Published abril 12, 2019 by with 0 comment

La Luz Afecta A Los Ojos.

Contexto: con el uso creciente de lámparas de ahorro de energía y el desarrollo de nuevas tecnologías de iluminación, surge la preocupación de que algunas personas que tienen condiciones que reaccionan a la luz podrían verse afectadas negativamente por este cambio. 
¿Pueden estas nuevas fuentes de luz artificial afectar la salud del público en general o de las personas sensibles a la luz? 
1. ¿Por qué la luz artificial es una preocupación? 
La luz artificial está compuesta de luz visible, así como algunas radiaciones ultravioleta (UV) e infrarroja (IR), y existe la preocupación de que los niveles de emisión de algunas lámparas podrían ser dañinos para la piel y los ojos. Tanto la luz natural como la artificial también pueden alterar el reloj del cuerpo humano y el sistema hormonal, y esto puede causar problemas de salud. Los componentes ultravioleta y azul de la luz tienen el mayor potencial de causar daño. 
Algunas personas con enfermedades que los hacen sensibles a la luz afirman que las lámparas de ahorro de energía (principalmente lámparas fluorescentes compactas (CFL) y diodos emisores de luz) se han llevado para reemplazar las lámparas incandescentes, empeoran sus síntomas y desempeñan un papel En una amplia gama de enfermedades. También argumentan que las medidas de protección, como cubrir las lámparas con un segundo sobre de vidrio (que disminuye las emisiones de rayos UV), son ineficaces. 
El uso de algunos tipos de CFL durante largos períodos de tiempo a corta distancia puede exponer a los usuarios a niveles de UV cercanos a los límites establecidos para proteger a los trabajadores contra daños en la piel y los ojos. ¿Cómo funcionan las luces artificiales? 
Los seres humanos han creado luces artificiales durante mucho tiempo quemando o calentando materiales, y las velas, así como otras lámparas que funcionan con llamas, todavía son de uso común. El advenimiento de la electricidad trajo luces incandescentes donde típicamente se sella un filamento de metal dentro de un tubo de vidrio y se usa electricidad para calentar el metal hasta que brille. Estas son las bombillas tradicionales que han estado en uso durante muchos años, pero ahora se están eliminando gradualmente en favor de luces más eficientes energéticamente. Las lámparas halógenas siguen el mismo principio pero también contienen un gas dentro del tubo que hace que la luz sea mucho más brillante y la lámpara más eficiente. 
Las lámparas de descarga eléctrica producen luz al enviar una corriente eléctrica a través de un gas. El diseño básico es también un gas sellado dentro de un tubo, pero hay muchas variaciones diferentes. Algunas lámparas mantienen el gas a bajas presiones y el ejemplo más común de este tipo son las lámparas fluorescentes. Las lámparas de descarga de alta presión producen una luz más brillante y se utilizan para iluminar grandes edificios, en la televisión o en la realización de películas y para el alumbrado público. 
La iluminación de estado sólido es una nueva tecnología que podría ser la principal fuente de luz artificial en el futuro. Los diodos emisores de luz (LED) son bien conocidos y ya están en uso, pero se están desarrollando nuevos tipos de lámparas. 
Los niveles de radiación disminuyen con la distancia a la lámpara, por lo que, para garantizar la seguridad de las lámparas para los ojos y la piel, se prueban en el peor de los casos, ya que la lámpara se encuentra a una distancia de solo 20 cm. 
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